5 de noviembre de 2014

DESAYUNO CON DIAMANTES EN VERSALLES

He vuelto al Colacao, bueno esto no es del todo cierto, lo que he hecho es volver al Nesquik (que es lo que venden en Francia)

Cuando decidí regresar a las aulas de estudio en mi fuero interno lo que estaba esperando era retomar el absentismo escolar que supone la asistencia a la cafetería.

Mis esperanzas han sido cumplidas, porque vamos a tomar café de vez en cuando y a hacer picnics. 

Hoy no voy a contar grandes aventuras, solamente voy a hablar de mis costumbres, que parecen estar volviendo a sus orígenes. Creo que desde que vivo en aquí noto que rejuvenezco por momentos (a la vez que empiezo a tener síntomas de que el tiempo no pasa en balde, y es que resulta que el tinte del pelo ya no es una opción y sí una obligación).

Durante mucho tiempo yo tenía una biblia que era "El plan Special K" que, como toda religión, me había absorbido la voluntad y la libertad de actuación. Con sus continuos anuncios televisivos de cuerpos perfectos me terminé creyendo que si desayunaba todos las mañanas mis Special-K se me regularía el transito intestinal... y como Sita es muy optimista, se dejó convencer que si lo hacía, además de la sensación del consabido movimiento intestinal, lograría que desaparecieran las arrugas, creciera el escote y desapareciera la nariz.
Pues os voy a ahorrar tiempo y desilusiones; NO ES ASÍ.

Pero yo a lo que iba, cuando hace ya la friolera de 15 años me pasé al café lo hice un poco empujada por creerme mayor (qué ilusa era la Sita de 20 años) y un poco por no pasar vergüenza de que mis compañeros se rieran de mi.

Sita es como 'El curioso caso de Benjamin Button', para los que no hayan visto la película trata de un hombre que nace con ochenta años y va rejuveneciendo con el tiempo. Pues yo lo mismo pero sin los maravillosos genes de Brad Pitt, que es, era y será el hombre más guapo de la historia.

Desde hace unos años a hoy estoy inmersa en un proceso de "Perdida absoluta de vergüenza" por lo que he retomado la costumbre de desayunar el glamuroso; chocolatito caliente y tostada de mantequilla con azúcar.

Es menos Chic que el típico Café au lait avec croissant de estás tierras Versallescas pero a mi me hace más feliz.

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