15 de noviembre de 2013

LA VIDA DE SITA (Vol.1); Beatificación de un Santo

Esta semana me quedo en París, y es por eso no traigo ninguna historia de viajes. 
Española que reside en Paris escribe sus memorias
Cuando empecé, hace poco mas de un año, a escribir esta bitácora, mi objetivo era bien distinto. Yo soñaba con crear un blog con curiosidades turísticas y consejos para viajeros...

La verdad es que la realidad se impuso, y es que, como dice Mama-Sita; "La cabra siempre tira al monte".

El 99% de mis lectores tienen el dudoso gusto de conocerme personalmente, el otro 1% llegan a este blog por equivocación o porque le he dado mucho coñazo a mis conocidos para que compartan mi blog en sus Facebook (¿Captais la indirecta?).

Pues ahora que ha pasado un año y que ya he dejado de soñar con un blog serio y respetable, me he decidido a escribir mis memorias, así cuando me haga famosa lo tendré mas fácil para editarlas, solo tendré que tirar de archivo.

Este primer volumen de mi historia va dirigido al 1% de los lectores, a aquellos que oyen hablar del Santo y se dejan engañar por ese termino, que eso depende de con quien se compare, y yo lo pongo muy fácil.
Erase una vez una Granadina "mu salá", que vivia en Madrid y todas las mañanas iba al algodonal (en aquel entonces yo trabajaba para el BBVA), iba despreocupada por la vida y pensando en que un día debería empezar a madurar.

En esto que un apuesto Bilbaíno se cruzó por mi camino, me cortejó y finalmente me invitó a cenar.

Todo era perfecto, el restaurante, la compañía, mi pelo (que había quedado con el volumen perfecto) y de repente...

ME ENCUENTRO DISCUTIENDO SOBRE LOS RATIOS PERFECTOS DE ENDEUDAMIENTO PARA UNA ECONOMÍA INFLACIONISTA.

Pues así fue mi primera cita con el Santo. Después de esto pensé que ya no nos veríamos mas, pero resulta que era un hombre que le gustaba la aventura.

No me preguntéis el ¿Por qué? pero durante los siguientes 3 meses quedábamos una vez a la semana y... siempre íbamos al cine. Realmente creo que era porque así me tenía que quedar en silencio y evitaba charlas tan profundas como la de aquella mítica cena (igual que cuando mamá-Sita me apuntó a natación porque debajo de agua no podía hablar).

A lo que íbamos, que lo graciosos de nuestras citas es que ninguno de los 2 enseñábamos nuestros defectos, así que fue una época de muchos cines de autor Checos, Franceses, Japoneses... y todo eso en un flamante VOS, en cines en los que no se come palomitas (porque por lo visto eso no es muy cool).

El caso es que ambos salíamos de fiesta, pero cada uno por nuestro lado y con nuestros amigos, pero nos llamábamos y mandábamos mensajes. Al mas puro estilo "ni contigo ni si tí".

Para los que no tengáis la suerte (como tengo yo) de tener en vuestras vidas a un bilbaíno de pro, os diré que es una experiencia casi mística esto de unir dos caracteres como son el andaluz y el vasco.

Guardaré su anonimato
"Como diría Goma Espuma; guardaré su economato"
Siempre podéis leer el blog "Como ligarse a un Vasco", pero yo eso lo leí tarde. Os voy a poner en situación para que os deis cuenta de cómo se produjo el cortejo de Sita;

Un Sábado noche me llama y me dice "Oye! Donde andas, pues?" y, teniendo en cuenta que eran mas de las 2 de la madrugada, le digo "En el Palacio de Gaviria"....silencio al teléfono (que parecieron horas)...

"Oye que me dice un amigo que ahí solo van guiris y putas". 

Siiiiiii, señores y señoras, yo muy guiri no soy (bueno, era, porque ahora si que los soy), el Santo y su incapacidad de filtrar las palabras me llamó "Puta".

Otro sábado, era Halloween, nos empezamos a mensajear, en aquel entonces no había ni "Guasap" ni "Line", así que nos dejábamos el sueldo en sms. El Santo había ido a Bilbao a ver a jugar al Athletic y yo tenia una fiesta de disfraces. Me manda una foto justo cuando salia del San Mames y yo le mando una foto mía disfrazada... ¿Qué se le ocurrió decirme?;

"Uy! Que guapa, no pareces tu!"

Pues 2 de 2, me llamó mujer de mala reputación y fea en cuestión de un par de semanas.

Pero como yo pasé mi infancia y adolescencia metida en una piscina, el cloro afectó claramente a mis terminaciones cerebrales, así que no me dí por vencida.

Al poco tiempo descubrí que somo ambos de todo o nada, así que pasamos de vivir en la misma ciudad y no salir juntos, a que un día me diga; "¿Vienes a la boda de mi hermano?"

Pero que tipo de tío pasa del cine de autor a la boda de su hermano!!!

Y que tipo de mujer dice que SI a ese tipo de propuesta???

Pues está claro, el Santo y Sita.

To be continued...

Mientras llega el siguiente volumen de mi vida, puedes entretenerte leyendo; ¿HACIÉNDOME MAYOR?




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